21 de abril de 2020
Día treinta y ocho de confinamiento, en algún lugar de la
Mancha, España
Cuarto mes del año y van pasando muchas cosas, en este 2020
-bisiesto y perturbador-.
¿qué más nos traerá? ¿cuáles enseñanzas nos dejará?
Faltan dos días para que termine la primera cuarentena, porque
esto va para largo …y continuaremos encerrados.
A estas alturas de la pandemia ya
está casi todo dicho y hecho, pero no. Aquí en España (segundo país del mundo,
en cantidad de muertos por covid-19), el panorama es poco alentador. Empezando
por los opositores del gobierno, no dan soluciones, más bien dan grima,
critican y critican, se ensañan con quienes procuran hacer algo decente por
esta "pobre humanidad, tan agobiada y doliente". Dicen por ahí, la "voz-populi":
Lo que deberían hacer estos grandísimos sinvergüenzas -por no decir palabrotas- sería donar sus
salarios, encerrarse en sus casas y nunca más abrir la boca –y menos, para meter
el dedo en la llaga–. Ni se enteran, que estamos ante una crisis de grandes
proporciones, ya les vale, ¡dejar hacer!
Triste realidad, seguimos divididos, cuando hace falta es unidad y solidaridad.
Triste realidad, seguimos divididos, cuando hace falta es unidad y solidaridad.
Tratando de volver a la
normalidad, hace dos días que se levantó el estado de alarma general, muchos
trabajadores han regresado a las empresas y 'a currar', se dijo. Están cerrando
los hospitales de campaña –que habían levantado en una semana– porque, ya no hay tantos enfermos, aunque hay aumento en los contagios… cifras y más cifras. Hoy a las
19:00 un cacerolazo, contra la disposición poco lógica del gobierno: los niños aún no pueden salir, ni a dar un paseo; pero si acompañar a sus padres al supermercado –parece que la
van a rectificar–; definitivamente, es un disparate. Los mejor parados en esta crisis son los perros
–que si pueden salir–, igual que sus amos ¡un lujo!
Esperemos, que este confinamiento nos haga mejores, con tanto tiempo libre -o de ocio- l@s encuarentenad@s, se han propuesto salir expertos en algo, ojalá les funcione el entusiasmo y, por lo menos, se hagan expertos en convivencia.
Esperemos, que este confinamiento nos haga mejores, con tanto tiempo libre -o de ocio- l@s encuarentenad@s, se han propuesto salir expertos en algo, ojalá les funcione el entusiasmo y, por lo menos, se hagan expertos en convivencia.
Preocupan los datos, a nivel global: las
peticiones de divorcio aumentaron un trescientos por ciento; las llamadas a
líneas de ayuda por violencia de género, se han triplicado; femicidios –no hay
datos concretos– violaciones (no se saben cifras) del maltrato infantil, ni hablar. Encerrarse en familia
resultó peor de lo que se vaticinaba, quizás, 'el virus somos nosotros'...
Aunque, también hay momentos -que te llevan a tratar de creer de nuevo en la humanidad-. Ayer, en mi barrio, un jefe de ambulancias, movilizó todos los vehículos en servicio y, a las 20:00 horas, justo cuando aplaudimos desde las ventanas a los sanitarios –MÁS QUE HÉROES–. Este hombre valiente, entre pitos, sirenas y una pancarta sobre uno de los transportes, le ha pedido matrimonio a una tal María –romance en medio del desastre– pues nada ¡que viva el amor! … y que ¡viva España!, dirían los polis que, cada tarde participan con sus patrullas, para aplaudir y corear el estribillo del pasodoble Nacional.
Aunque, también hay momentos -que te llevan a tratar de creer de nuevo en la humanidad-. Ayer, en mi barrio, un jefe de ambulancias, movilizó todos los vehículos en servicio y, a las 20:00 horas, justo cuando aplaudimos desde las ventanas a los sanitarios –MÁS QUE HÉROES–. Este hombre valiente, entre pitos, sirenas y una pancarta sobre uno de los transportes, le ha pedido matrimonio a una tal María –romance en medio del desastre– pues nada ¡que viva el amor! … y que ¡viva España!, dirían los polis que, cada tarde participan con sus patrullas, para aplaudir y corear el estribillo del pasodoble Nacional.
Este encierro da para mucho, son días
de contrastes y aprendizaje, tuvimos súper luna, híper descanso, maratones de series, películas
proféticas; retos de todo tipo en las redes sociales, ¡oles! y más ¡oles!. Y es
que, al mal tiempo buena cara.
Algunos tratamos de hacerlo bien, seguimos yendo
a comprar víveres, una vez a la semana, tomamos las precauciones, pero otros, van
siete veces al día, con el fin de salir. Aquí –donde cerrar los bares es casi
un delito–, hay muchas cosas por mejorar.
Bueno amig@s hasta la próxima
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Foto: Morgan |
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