Córdoba
17 de abril de 2020
Querida mamucha:
Acá andamos. Los
chiquis y yo andamos encerrados, sin saber para donde disparar. Te extrañan
mucho, mucho. Igual yo. Estoy durmiendo mucho, sé que a vos no te gusta mucho
eso. No te preocupes mamita, no estoy depresiva. Lamento todas esas veces que
caía en depresión, ahora entiendo cómo te sentías, tu angustia, tu impotencia.
Pero no, esta vez no es de esas, mamá. Recién ahora puedo ver y sentir como te
demolió mi violación. Tu amor me contuvo. Me fijó a la Tierra. Yo quería morir.
Sólo morir. Bueno, te cuento todo esto porque ahora con tiempo y en calma,
puedo ver muchas cosas. Valorar cada mirada, cada gesto, cada caricia tuya
mamá. Perdoname si me pongo muy triste y lloro. No te preocupes. Son lágrimas
que curan, mamá. Salgo una vez a la semana al super, y a la verdulería, la pena
es que no puedo salir con los chiquis. Viste que no te dejan pasear a los
perros. Está difícil el tema. Además cuánto menos tiempo estoy fuera mejor,
menos riesgo de enfermar y en tal caso, enfermar a otros. Hay que cuidarse. La
verdad, de alguna manera, pienso que de todas las cosas posibles, fue mejor
así. Sé que me entendés. Te tengo que contar un secreto, nadie lo sabe, estoy
enamorada. Ni yo lo creo. Después del divorcio pensé que nunca más sentiría
amor. Me equivoque. Un buen hombre llegó a mi vida. No estoy sola mamá, si eso
te preocupaba. Él me acompaña, a la distancia, pero me acompaña. Sé que tu
preocupación era esa. Lo amo mamá. Y vos sabés que la palabra amor para mi es
gigante. Y este amor lo es, es puro, sagrado. Y eso que yo no creía en el amor.
Y parece que me llegó. Aún Martín no lo sabe. Ya se lo presentaré. ¿Cómo anda
Martín? Bien, tengo noticias de él por Alejandro. Justo mañana tiene que venir
Alejandro. Me va a contar de mi hermano. Esperemos que todo esté en orden. Sé
que también te extraña mucho. A veces pienso en él y siento pena, culpa, vaya a
saber todo lo que siento. Quizás este nuevo amor me ayude a amar a mi hermano,
entenderlo. Vos sabés cual es mi rencor hacia él, el daño que les produjo a
ustedes, tanto dolor, angustia. Pero no te preocupes mamucha, ese es uno de los
tantos aprendizajes que deberé emprender. Estoy preparando algunas recetas
tuyas. Bueno, todas me las enseñaste vos. Menos mal, se complica pedir delivery
en estos tiempos. La verdad me apenan esos chicos en las bicis, corriendo
riesgo por un puñado de monedas. Vos me retarías, tengo la casa un desastre.
Pero bueno, que le vamos a hacer. Otro aprendizaje.
Quizás no nos veamos pronto mamucha,
pero sé que ahí donde estás, estás cuidada. De seguro nos vamos a ver. No
tengas dudas. Te extraño infinitamente. Lamento tanto haberte dicho que yo en
tu caso, me operaría. Pienso y pienso. Habré hecho bien me digo. Te fuiste
yendo despacito, tan dulcemente, que no puedo hacerme a la idea. Perdón
mamucha, no te preocupes, mis lágrimas son de agradecimiento, eterno. Gracias
por elegirme, entre tantos niños posibles. Gracias por ser mi madre.
Con todo el amor del mundo,
porque
fuiste vos quien me enseñó a amar.
Tu hija.
Comments
Post a Comment