1 de abril, Bogotá.
Han pasado demasiados
días y aún pienso que todo es un engaño, recuerdo la primera impresión; “los
chinos comen lo que sea, he escuchado que puedes comprar fetos a través de
internet”- dijo alguien; Maria también me advirtió, “pues claro, por eso te he
dicho que no comas arroz chino, es perro, te he dicho mil veces que esa carne
es perro”.
A mí la verdad no
me importa, aunque nunca me cayeron bien los chinos, eso es cierto, recuerdas
la vez que fuimos al súper, no nos quisieron prestar la botella de la cerveza,
putos chinos, me veían todos los días y no me prestaron un envase, por eso los
castigaron, por ser gente de mierda. Aunque como siempre, ellos haciendo
versiones de segunda de todo, cuando pensamos que todos los chinos iban a morir
por el virus y que por fin algo original había salido de allá, resulta que
exportaron el virus y ahora los dueños de la patente, como era de esperarse,
son los gringos y los europeos, putos chinos, no sirven ni para morirse de
manera original, todo es barato allá, todo en versiones menores.
Igual, estoy un
poco decepcionado, ¿te acuerdas cuando íbamos a la catequesis? Hablaban del
apocalipsis, jinetes, fuego, hambre, gente matándose en hordas y cuatro jueces
arriba cortando cabezas, era como un gran show de Iron Maiden; eso era lo que
yo esperaba y no este encierro en el que tengo que esperar la muerte armando
rompecabezas para distraerme, aunque debo admitir que he encontrado que los
rompecabezas no distan tanto de la gente. ¿Sabías que solo hay 6 tipos de fichas, igual que
6 de humanos en este momento? Los que mueren, los que van a morir, los que sobrevivieron,
los que les vale mierda, los paranoicos y así como las fichas de dos cabezas
que se repiten tantas veces, los que simplemente esperan que les digan cómo volver
a encajar.
¿Yo? Creo que soy
de los últimos, uno más, esperando. Lo malo de ser esa ficha, es que depende
demasiado del lugar donde estás, por eso si estuviera en Brasil o en Estados
Unidos, podría ser libre y salir, porque allá dicen que todo es mentira,
mientras que ahora debo estar encerrado, porque me dicen que es necesario, que
sino puedo morir. Me hubiera gustado más
ser una de las fichas vale mierda o uno de esos héroes que sobreviven y a los
que ahora entrevistan para que cuenten cómo la pasaron, como si en realidad
hubiesen hecho algo, pero bueno, al fin y al cabo héroes sin arriesgarse, como
tantas veces he soñado...
Han pasado
demasiados días y aún pienso que todo es un engaño. Pero mejor te escribo luego, creo que
una de las fichas finalmente encaja.
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